Pedir ayuda puede ser difícil por varias razones, y estas razones pueden variar de una persona a otra. Aquí hay algunas de las razones comunes por las que cuesta pedir ayuda:
Estigma social
En muchas culturas, existe un estigma asociado con la búsqueda de ayuda psicológica o emocional. Las personas pueden temer ser juzgadas o estigmatizadas por otros si admiten que necesitan ayuda.
Vulnerabilidad
Pedir ayuda a menudo implica reconocer y admitir una vulnerabilidad o debilidad, lo cual puede ser difícil para algunas personas que se sienten presionadas para ser fuertes y autosuficientes.
Miedo al rechazo
Las personas a veces tienen miedo de que sus seres queridos o profesionales de la salud mental las rechacen o no las tomen en serio si expresan sus problemas.
Desconocimiento
Algunas personas pueden no estar seguras de qué tipo de ayuda necesitan o dónde buscarla.
Negación
En algunos casos, las personas pueden negar que tienen un problema o minimizar su gravedad, lo que les impide buscar ayuda.
Autoestima baja
La baja autoestima puede hacer que las personas se sientan que no merecen ayuda o que no valen lo suficiente como para recibirla.
Miedo a la dependencia
Algunas personas pueden temer volverse dependientes de otros o de la terapia y pueden resistirse a buscar ayuda por temor a perder su independencia.
Experiencias previas negativas
Si alguien ha tenido experiencias negativas al buscar ayuda en el pasado, puede ser reacio a intentarlo de nuevo.
Cultura y crianza
Las creencias culturales y las experiencias de crianza pueden influir en cómo una persona ve la búsqueda de ayuda. Algunas culturas pueden fomentar la ocultación de problemas personales.
Percepción de debilidad
Algunas personas pueden percibir la búsqueda de ayuda como una muestra de debilidad en lugar de como un acto de valentía y autocompasión.
Te animamos a vencer los miedos y prejuicios que te impiden pedir la ayuda que necesitas.
NO te juzgamos. Pedir ayuda es una necesidad humana. NO tenemos que aparentar poder con todo. No somos menos que nadie por pedir ayuda. Para pedir ayuda, hay que ser fuerte, pues implica reconocer que no somos perfectos, sino personas humanas que no lo pueden todo.
En muchas ocasiones dejamos pasar el tiempo, intentando resolver nuestros problemas por nosotros mismos, hasta que ya no podemos más. Te animamos a dejar de sufrir solo y pedir la ayuda que necesitas.
Todos merecemos ser ayudados.
Si necesitas ayuda, te ayudamos.